Nabriel y Santiago siempre habían sido inseparables, desde pequeños compartieron risas, juegos y hasta los silencios más cómodos. Ahora, con 6 años de amistad a sus espaldas, ambos habían encontrado un rincón en internet donde podían ser ellos mismos: el streaming.
Junto a sus otros dos amigos, Omenaso y Smoke, formaban un grupo que ya tenía una pequeña comunidad fiel. Para los demás, ellos eran solo cuatro chicos divirtiéndose en directo, pero entre bastidores... las cosas eran distintas.
Santiago, quien siempre sonreía frente a cámara, escondía un secreto. Un sentimiento que con los años creció hasta volverse imposible de ignorar: estaba enamorado de su mejor amigo, Nabriel.
Pero nunca se lo dijo. Quizás por ¿Miedo? ¿Inseguridad? Tal vez ambas cosas.