Desde que 𝑺𝒐𝒓𝒆𝒏 se puso su primer par de patines, supo cuál era su destino: ser jugador profesional de hockey. Pero un accidente lo alejó para siempre del hielo, y de sí mismo. Perdido y roto, se aferró a una última esperanza: encontrar un amor, verdadero e intenso, que lo haga sentir vivo otra vez.
𝑹𝒆𝒏𝒂𝒏 lo ama. Siempre lo amó.
Pero una traición producida por su propio miedo lo ahuyentó de él. Ahora solo le queda una meta: recuperarlo. O perderlo para siempre. Aunque ese amor ya no le pertenezca.
Sin obstáculos para llegar a su corazón, o quizá sí. Uno.
La llegada de 𝑻𝒉𝒐𝒓𝒏𝒆, el nuevo defensa de la liga de la universidad, supone un nuevo riesgo. Arrastra consigo el peso de un pasado que no lo suelta, sin imaginar que en medio de la oscuridad a la que se había acostumbrado encontraría a Soren, una luz sin fin. Un alma amable y bondadosa. Y quizá, con él, una razón para quedarse. Porque algunos encuentros están escritos desde antes de nacer.
Al conocerse, un sueño recurrente los acecha, uno donde fueron pareja, y murieron por una injusta condena. Su amor tuvo un comienzo y un fatídico final. Sus almas no quisieron olvidar, y en su intento, el destino les ofreció una segunda oportunidad. Pero cuando el tiempo descubra frente a ellos esa cruel verdad, enamorarse nuevamente será todo un reto, y sólo ese sentimiento los salvará.
¿𝘌𝘭 𝘢𝘮𝘰𝘳 𝘷𝘦𝘳𝘥𝘢𝘥𝘦𝘳𝘰 𝘦𝘴 𝘤𝘰𝘭𝘢𝘵𝘦𝘳𝘢𝘭?
𝗦𝗲𝗴𝘂𝗻𝗱𝗮 𝗻𝗼𝘃𝗲𝗹𝗮 𝗱𝗲 𝗹𝗮 𝘀𝗲𝗿𝗶𝗲 𝗣𝗮𝗰𝘁𝗼 𝗱𝗲 𝗔𝗹𝗺𝗮𝘀
Declan Kingsley es un grandioso jugador de hockey con un futuro prometedor, sueña con jugar para un equipo de la NHL cuando se gradúe de la universidad y ser el mejor. Siempre ser el mejor.
Se ha enfocado tanto en sus sueños que se ha olvidado de las otras cosas importantes en su vida, el amor, aunque sí que ha disfrutado de un sinfín de citas y chicas, pero jamás ha buscado una relación seria.
Cuando llega año nuevo y todos sus amigos están por dar el primer beso del año a medianoche, Declan siente repentinos celos y besa a la primera chica que se encuentra, Millie Harrison.
Millie Harrison jamás ha tenido novio y mucho menos ha dado un beso, por lo que se ve más que sorprendida cuando uno de los jugadores de hockey más codiciado en el campus de su universidad decide besarla.
Después de un par de sucesos, Millie decide enfrentarlo y proponerle algo de lo que ella cree que ambos podrían arrepentirse después, una relación falsa, pero ella está desesperada y necesita la ayuda de alguien como Declan, quien al parecer no solo está dispuesta a ayudarla, sino a conquistarla de verdad.