
No soy el más fuerte, ni el más popular. Nunca lo fui. Desde que tengo memoria, ir a la escuela ha sido como caminar por un campo minado: nunca sabes cuándo vendrá la próxima burla, el empujón, la risa a tus espaldas. Me llamaron nombres que dolían más que golpes. Me hicieron sentir invisible... o peor, un error. Pero esta no es solo una historia de dolor. Es también una historia de resistencia. De cómo, incluso en medio de la oscuridad, una chispa puede encenderse. De cómo una voz, por muy pequeña que sea, puede empezar a sonar más fuerte que las risas crueles. Esta es mi historia. Y tal vez, también pueda ser la tuya. Portada ilustrada por ChatGPT.All Rights Reserved