¡A por ello, Campeón!

En el corazón del Bajomundo, donde cada golpe retumba más fuerte que la última palabra y la sangre en la arena vale más que los sentimientos, dos caminos se cruzan a la fuerza.

Luka, un luchador reconocido no solo por su destreza en el ring, sino también por el brazo mecánico que lleva como cicatriz de su pasado, ha aprendido a enfrentar cada combate con una sonrisa en el rostro... incluso si por dentro sigue peleando con fantasmas que no se ven.

Noah Anderson no es luchador. Nunca lo fue. Pero su vida siempre giró en torno al ring. Entre vendajes, herramientas y corazones rotos, literal y metafóricamente, Noah arrastra la pérdida de su hermano como un peso que nunca quiso cargar. Ahora trabaja como asistente en Llamarada, sanando heridas ajenas mientras intenta cerrar las propias.

Cuando sus mundos colisionan, la química es inmediata... pero no como se espera.
Noah no soporta a Luka.
No por su sonrisa fácil, ni por su actitud amable.
Sino porque Luka le recuerda todo lo que le duele: las mejoras artificiales, la obsesión por el cuerpo perfecto, y la posibilidad de que el precio de ganar siempre sea perder algo más valioso.

Pero lo que comienza como fricción se transforma en chispa. Y entre roces, provocaciones y silencios cargados de tensión, ambos deberán decidir si vale la pena derribar los muros... o si sus heridas son demasiado profundas como para sanar.

En un lugar donde todos luchan por sobrevivir, ellos tendrán que luchar por algo más peligroso: sentir.