manual para no entender nada
es un espejo fracturado donde cada canción refleja un pensamiento no dicho, un miedo escondido o una verdad que arde. Nacida del caos mental, la nostalgia urbana y el amor por lo que duele, su música mezcla melodías dulces con letras que pican lento.
Influenciada por artistas como El Cuarteto de Nos, Nasa Histoires y Alan Sutton, su estilo es una combinación de pop existencial, indie visceral y spoken word con guitarra eléctrica. Las canciones no buscan respuestas: abren preguntas. No consuelan: acompañan.
En escena, la banda se acompaña de su mascota simbólica, Inki, y su contraparte soñadora, Oyra, figuras que representan la contradicción interna, la niñez que no se fue y el cielo que no se alcanza pero siempre se mira