Murió con la certeza de que todo había terminado. No hubo lágrimas, ni súplicas, sólo la quietud de alguien que aceptó el final. Un suspiro, un cierre, la calma que sigue después de todo. No hubo ruido, ni voces, ni despedidas. Solo un silencio inmenso, como si el mundo se hubiera detenido. Pero lo que creyó ser el último aliento... fue apenas el principio de algo más.
El tiempo volvió a moverse, y con él, algo despertó dentro de ella. Volvió a abrir los ojos, desorientada, envuelta en un mundo ajeno. El cielo era distinto, las voces desconocidas, y su cuerpo demasiado pequeño para todo lo que sentía dentro. No hubo guía, ni consuelo, solo la extraña sensación de seguir existiendo cuando ya no debía.
Ahora tenía un nuevo nombre, una nueva familia que la amaba sin saber quién fue... y los recuerdos de su vida pasada, aferrados a ella como cicatrices. No había un camino marcado, ni señales que indicaran por qué está ahí, pero, a veces solo queda avanzar, con el corazón lleno de preguntas, con recuerdos que duelen y con una vida que se despliega ante ti sin promesas ni instrucciones. Solo la certeza de que algo ha comenzado... aunque no sepas qué.
A veces al destino le gusta jugar. Y mientras un evento se desarrolla en un lugar, a solo kilómetros sucede algo más.
Al destino le gusta jugar con sus hilos, pero estos mismos tienden a entrelazarse entre sí, a tal grado que suelen confundirse entre ellos.
Pero al final, cuando el hilo del destino es tensado, todos vuelven al lugar que corresponde.
Y así sucedió en esta historia.
⚜️
Esta historia está basada en las películas de Narnia.
NO me pertenecen ninguno de los personajes de de las películas de C. S. Lewis. Solo tengo los derechos de los personajes y situaciones inventadas por mi.