
En una ciudad donde todos parecen ir con prisa, Izuku Midoriya encuentra refugio en un pequeño café escondido, donde el aroma del café y el sonido de las páginas le dan calma. No esperaba que una mañana cualquiera, entre tazas humeantes y recuerdos dormidos, volviera a verla: Ochako Uraraka, el nombre que aún hacía eco en su corazón. Un reencuentro inesperado. Una mesa junto a la ventana. Y quizás... un nuevo comienzo. Ningún personaje es mío todos son de Kōhei HorikoshiAll Rights Reserved