"El nudo del final del mundo", lo que quedo de la visita de un mundo hermano junto a una poderosa energía que esculpió su propio plano. Magia, fue como se llamo en recuerdo de lo único que los humanos dejaron detrás, un poder y una llave. Esta junto a sus más fieles acompañantes, mascotas que luego fueron usadas como sujetos de prueba, destruidos desde cero para que su cuerpo fuese capaz de absorber la energía de su error.
No lo lograron, solo quedaron seres incompletos, rondando el mundo desconocido, donde, un día, la luna dio piedad a aquellos que se limitaban a caminar bajo su luz, les dio la plenitud que necesitaban, haciendo a los Dovary, agiles con la magia y cargados de sabiduría humana, al menos alguna parte.
Nunca se ha logrado encontrar el origen de todo lo que provoco la unión, lo que fue lo que la rompió o siquiera si volverán, los humanos. La leyenda más perversa que se pudo haber inventado, porque el mundo decidió que era mejor dejarlos como una historia de la imaginación más retorcida de los Necro-alquimistas.
Ink, el Dovary más escurridizo que se pueda encontrar por las calles, aquella que se encuentra sobre el ultimo rastro que dejo su maestro, maldito sea todo aquel que se lo cruce con oro en sus bolsillos. Espectro de ojos adornados por el cielo, el enemigo numero uno de los enanos de la gran ciudad Makinaria, el gran mago de tinta, Ink. Destinado a desamarrar.
Rune, adornado con mirada marcada por cejas afiladas que pasan a segundo plano por su aún más amenazante mirada oscura, contrario a su pelaje, aquel que es igual de poderoso que desafortunado, aquel que se encontraba justo en el momento, tiempo y camino de su interminable marcha para encontrarse con Ink. El héroe maldito de esta historia. El irrecordable, Rune. Destinado a amarrar.
A veces, no solo los mundos son los que se unen por nudos. A veces son las historias de aquellos que fueron dejados atrás los que, de alguna forma, se unen bajo la luna que les dio form
Hubo un tiempo en que el mar acariciaba a la luna, las estrellas susurraban nombres olvidados, y el amor era un peligro que ni los dioses se atrevieron a nombrar.
De ese miedo nació una profecía.
Y de esa profecía... un ser.
No tiene reino, ni especie.
No es ángel, ni demonio, ni bestia.
Fue creado del eclipse: la unión efímera entre el sol y la luna.
El único momento donde la sombra se vuelve divina.
Su risa sobrevive a los siglos.
Sus alas duermen en el pecho de un mortal.
Y su existencia... es la chispa que incendia el cielo cada vez que despierta.
Por él, los dioses se enfrentaron.
Por él, la eternidad aprendió a sentir celos.
Y por él, incluso la guerra se tiñó de deseo.
¿Cuánto estás dispuesto a perder por tocarlo? ¿Puede el amor ser destino... o solo castigo?
ֶָ֢⊹⭑ ֶָ֢. ּ ─────. ୨✦ৎ . ───── ּ ֶָ֢.⭑⊹ ֶָ֢
Cuando el cielo tembló por una emoción y el tiempo se detuvo.
Corrieron libres.
Cayeron sobre bluebells azules, flores que aún recuerdan guerras por su nombre y sueños repetidos durante siglos solo para volver a tocarlo.
Él susurró, mirando al cielo:
"─¿𝗬 𝘀𝗶 𝘂𝗻 𝗱í𝗮 𝗱𝗲𝗷𝗼 𝗱𝗲 𝘀𝗲𝗿 𝗹𝘂𝘇?─"
Una voz respondió, firme como destino:
"─𝗘𝗻𝘁𝗼𝗻𝗰𝗲𝘀 𝘁𝗲 𝗮𝗺𝗮𝗿é𝗺𝗼𝘀 𝗲𝗻 𝘀𝗼𝗺𝗯𝗿𝗮─".
Otra, suave como promesa:
"─𝗬 𝘀𝗶 𝗼𝗹𝘃𝗶𝗱𝗮𝘀 𝗾𝘂𝗶é𝗻 𝗲𝗿𝗲𝘀... 𝗻𝗼𝘀𝗼𝘁𝗿𝗼𝘀 𝗿𝗲𝗰𝗼𝗿𝗱𝗮𝗿𝗲𝗺𝗼𝘀 𝗽𝗼𝗿 𝘁𝗶─".
Él sonrió.
No por duda.
Sino porque el amor... siempre lo encontró. Uno verdadero, con deseo profundo.
Único, leal, real y fiel.
Para la gran figura que, con una sonrisa, sana corazones que lloraron por siglos...