𐙚⋆°.𝙽𝚒𝚍𝚘 𝚜𝚞𝚊𝚟𝚎, 𝚌𝚘𝚛𝚊𝚣ó𝚗 𝚕𝚕𝚎𝚗𝚘⋆˚꩜｡°•ᴹⁱⁿˢᵘⁿᵍ•°𖹭.ᐟ

El instinto de Minho era certero. Desde hacía días lo sentía: el aroma de su Omega cambiaba, sus emociones eran más frágiles, sus náuseas más frecuentes y sus ojos más perdidos. Aunque Jisung insistía en que solo era estrés, el Alfa recordaba bien aquella noche donde el deseo fue más fuerte que la razón... y el celo nunca llegó.

Con la firmeza de quien ama de verdad, Minho le pidió, sin opción a negarse, que se hiciera la prueba. Jisung, temblando, aceptó. Lo hizo en silencio, con el corazón latiendo en la garganta y las manos frías como su miedo. Su mente se llenaba de ideas oscuras: ¿qué haría Minho si era cierto? ¿Lo dejaría? ¿Sería una carga? ¿Lo alejaría del grupo?

El pequeño símbolo en la prueba fue claro. Positivo. Un nuevo corazón se estaba formando dentro de él.

Y entonces se rompió.
Las rodillas cedieron, el peso del miedo lo aplastó en el suelo frío del baño. Se abrazó a sí mismo, apretando su vientre aún plano como si pudiera proteger lo que apenas empezaba a existir. Lloró con ruido, con fuerza, con desespero. Lloró como un Omega asustado, frágil y enamorado.

Minho, afuera, escuchó. El llanto traspasó la puerta, golpeó su pecho y lo hizo correr.

Cuando lo vio en el suelo, temblando entre sollozos, no preguntó nada. No necesitaba la prueba. Lo supo por el dolor en los ojos de su Omega. Lo supo porque algo dentro de él también latió distinto.

Y entonces lo cubrió.
Con sus brazos, con su olor, con palabras mudas llenas de ternura. Lo alzó del suelo como si fuera cristal, lo mimó con besos en la frente y caricias en la espalda. Lo acunó entre sus manos, como si ya no solo protegiera a su pareja, sino a la pequeña vida que llevaban entre los dos.

Y en ese abrazo largo, sin palabras, Jisung comprendió que no estaba solo. Nunca lo estuvo.

-•°𝙼-𝚙𝚛𝚎𝚐°•

-•°𝙾𝚖𝚎𝚐𝚊𝚟𝚎𝚛𝚜𝚎°•

-•°𝙼𝚒𝚗𝚜𝚞𝚗𝚐°•

-•°𝙲𝚘𝚛𝚝𝚘°•