𝘿𝙚𝙖𝙧 𝙇𝙞𝙩𝙩𝙡𝙚 𝙂𝙝𝙤𝙨𝙩-NIGHTWING

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Dick Grayson tenía 14 años.
Era un niño del circo convertido en arma.
Sus padres habían caído al vacío, y él había caído en otro más profundo: el del murciélago que lo llamó "protegido" y lo entrenó para sobrevivir a la oscuridad.
Pero ni siquiera Bruce Wayne lo preparó para ella.

Porque justo cuando Dick estaba aprendiendo a no temblar por las pesadillas,
Bruce trajo una nueva.

Tenía 9 años.
Ojos azul hielo.
Pelo castaño como las hojas marchitas.
Y un silencio que pesaba más que cualquier grito.

Winter Elowen. Ahora una Wayne.

Una niña que no lloraba.
No hablaba.
Solo miraba.
Y cuando lo hacía... no era con ternura.
Era con juicio.
Como si supiera exactamente en qué estaba roto.
Como si se riera por dentro de lo fácil que sería destruirlo.

Genial.
Un nuevo infierno en la mansión.
Una más.
Pero este... tenía un llamativo pelo castaño, una risa olvidada,
y una mirada que, con los años, dejaría cicatrices donde antes había orgullo.

Dick Grayson era Robin. El niño maravilla.
Pero incluso los niños maravilla sangran.
Y desde el primer momento, él supo que ella no venía a ser salvada.

Venía a quedarse.
Venía a aprenderlo.
Y eventualmente, venía a quemarlo desde adentro.