Esto no es solo una historia de amor, es mi verdad, la que duele y sana al mismo tiempo. Aquí están mis cicatrices, esas que llevo tatuadas en el alma y que nunca quise mostrar... hasta ahora.
Es la historia de cómo aprendí a esperar, sin importar cuánto tiempo tardara, a alguien que quizás también me estaba buscando desde lejos. No es un cuento perfecto, ni un final de película, es real, cruda, llena de momentos que me rompieron y otros que me salvaron.
Si buscas un amor sin heridas, esta no es tu historia. Pero si estás dispuesto a sentir cada suspiro, cada promesa hecha en la oscuridad, entonces bienvenido. Porque aquí, entre líneas, encontrarás lo que a veces no pude decir en voz alta.