Story cover for 𝐌𝐚𝐥𝐝𝐢𝐭𝐨 𝐌𝐞𝐱𝐢𝐜𝐚𝐧𝐨  "𝐂𝐡𝐞𝐜𝐥𝐞𝐫𝐜" by Nalasimba3312
𝐌𝐚𝐥𝐝𝐢𝐭𝐨 𝐌𝐞𝐱𝐢𝐜𝐚𝐧𝐨 "𝐂𝐡𝐞𝐜𝐥𝐞𝐫𝐜"
  • WpView
    LECTURAS 41
  • WpVote
    Votos 9
  • WpPart
    Partes 1
  • WpView
    LECTURAS 41
  • WpVote
    Votos 9
  • WpPart
    Partes 1
Continúa, Has publicado jun 09
Charles Marc Hervé Perceval Leclerc, "iI predestinato", un joven Omega, el mayor de tres hermanos e hijo de Hervé y Pascale Leclerc, dueños de la Cadena Leclerc Hôtel ingresará a la universidad de Harvard junto a sus amigos y... ¿No tan amigos?

- "¿Yo? ¿Il Predestinato, enamorado de ese maldito Mexicano? Ni en mi peor pesadilla lo haría." -


Sergio Michael Pérez Mendoza, "Checo" pa' los cuates cómo dice él, un Alfa mexicano de una buena familia, el menor de tres hermanos e hijo de Antonio y Marilú Pérez, dueños de diversas plantas Tequileras entre ellas "Tequila El Patrón" y "Tequila José Cuervo", de nuevo ingreso a Harvard con sus amigos.

- "¿Flechado por un niño mimado, Carlos? ¡Ja!... Espera, no suena del todo a una pendejada que dirías tú..." -





¿Charles aceptará el cortejo del Joven Mexicano o lo mandará a Roma? ¿El orgullo los separará o lograrán pasar sobre él?... Descúbrelo en... "Maldito Mexicano"
Todos los derechos reservados
Regístrate para añadir 𝐌𝐚𝐥𝐝𝐢𝐭𝐨 𝐌𝐞𝐱𝐢𝐜𝐚𝐧𝐨 "𝐂𝐡𝐞𝐜𝐥𝐞𝐫𝐜" a tu biblioteca y recibir actualizaciones
O
#91fernandoalonso
Pautas de Contenido
Quizás también te guste
Mi hijo no se toca de AshleyMoa
1 parte Concluida
Desde que Lando Norris fue adoptado por Toto Wolff, la Fórmula 1 nunca volvió a ser la misma. El rumor empezó como un chisme de paddock: que Toto, el intimidante CEO de Mercedes, había adoptado oficialmente a Lando como su hijo Omega. No porque Lando lo necesitara-tenía una carrera en ascenso y un equipo que lo quería-sino porque Toto se había encariñado tanto con él que ya lo consideraba suyo. Literalmente. Y para Toto, lo que es suyo, no se toca. Pero el problema era que Lando era... adorable. Demasiado adorable para el bien del paddock. Alto, con mejillas suaves, siempre sonriendo, abrazando a todo el mundo, y con un aroma dulce que volvía locos a los Alfas, especialmente cuando estaba feliz (lo que era... siempre). Para los otros pilotos, Lando era irresistible. Max Verstappen intentó acercarse primero. En el hospitality de Mercedes, nada menos. -¿Qué tal, Lando? -dijo con una sonrisa ladeada-. ¿Te gustaría venir a ver una peli conmigo esta noche? Podemos cenar... solos. Toto apareció detrás como una sombra. Max sintió una mano en el hombro. -¿Te gustaría tener una multa de tres ceros? Porque eso es lo que cuesta intentar invitar a MI hijo, Verstappen. Max huyó. Luego fue Charles Leclerc, con un ramo de flores y una sonrisa más nerviosa que encantadora. -Monsieur Wolff, solo quiero llevar a Lando a un café. Nada romántico... -¿Sabes qué más se toma con café? ¡Pastillas para el dolor, cuando termines en el hospital! -gruñó Toto-. Fuera de aquí, Leclerc. Papi Toto al rescate
Quizás también te guste
Slide 1 of 10
Mi hijo no se toca cover
Formando una familia (1) cover
𝙂𝙤𝙤𝙙 ▰ 𝘾𝙝𝙖𝙧𝙡��𝙚𝙨 𝙇𝙚𝙘𝙡𝙚𝙧𝙘 cover
Our secret cover
¿negativo? ¿otra vez? |chestappen| cover
Serenata Huasteca 🌹| Chestappen  cover
¿café o redbull? -lestappen x carlos sainz cover
꧁𝓒𝓪𝓹𝓻𝓲𝓬𝓱𝓸𝓼𝓸 ꧂ cover
We're going to reach the limit  「Chestappen」 cover
Mal Tercio cover

Mi hijo no se toca

1 parte Concluida

Desde que Lando Norris fue adoptado por Toto Wolff, la Fórmula 1 nunca volvió a ser la misma. El rumor empezó como un chisme de paddock: que Toto, el intimidante CEO de Mercedes, había adoptado oficialmente a Lando como su hijo Omega. No porque Lando lo necesitara-tenía una carrera en ascenso y un equipo que lo quería-sino porque Toto se había encariñado tanto con él que ya lo consideraba suyo. Literalmente. Y para Toto, lo que es suyo, no se toca. Pero el problema era que Lando era... adorable. Demasiado adorable para el bien del paddock. Alto, con mejillas suaves, siempre sonriendo, abrazando a todo el mundo, y con un aroma dulce que volvía locos a los Alfas, especialmente cuando estaba feliz (lo que era... siempre). Para los otros pilotos, Lando era irresistible. Max Verstappen intentó acercarse primero. En el hospitality de Mercedes, nada menos. -¿Qué tal, Lando? -dijo con una sonrisa ladeada-. ¿Te gustaría venir a ver una peli conmigo esta noche? Podemos cenar... solos. Toto apareció detrás como una sombra. Max sintió una mano en el hombro. -¿Te gustaría tener una multa de tres ceros? Porque eso es lo que cuesta intentar invitar a MI hijo, Verstappen. Max huyó. Luego fue Charles Leclerc, con un ramo de flores y una sonrisa más nerviosa que encantadora. -Monsieur Wolff, solo quiero llevar a Lando a un café. Nada romántico... -¿Sabes qué más se toma con café? ¡Pastillas para el dolor, cuando termines en el hospital! -gruñó Toto-. Fuera de aquí, Leclerc. Papi Toto al rescate