Este diario no es para que me entiendan todos, ni para que me juzguen. Es para mí. Para poder hablarle a la parte de mí que muchas veces callo, que escondo o que me da miedo mostrar. Escribo esto porque quiero empezar a sanar. Porque hay recuerdos que pesan, emociones que duelen y palabras que no he dicho por miedo a que me llamen exagerada, débil o loca.
He pasado por muchas cosas que no siempre se ven desde fuera. Y aunque parezca que estoy bien, muchas veces por dentro me estoy rompiendo. No quiero seguir tragándome todo. No quiero seguir omitiendo lo que duele, lo que me marcó, lo que todavía me asusta. No quiero que mi historia se quede en silencio.
Aquí me voy a permitir hablar, sin filtros. Aunque sea difícil, aunque me agite el pecho y me falte el aire. Quiero poder volver a mí, y tratarme con el mismo cariño que le doy a quienes amo. Este diario es mi espacio seguro. Mi desahogo. Mi forma de empezar a verme con más compasión, sin miedo.
Aquí comienza mi camino hacia la sanación.