
Desde que recuerdo, mi vida ha sido tranquila, como un susurro apenas audible en medio del ruido del mundo. Mis padres, dos betas sencillos y amorosos, siempre han hecho lo posible para que no me falte nada, aunque nunca entendí bien por qué yo era diferente a ellos. Porque soy omega. Algo poco común en una unión como la nuestra, y algo que empezó a cambiar la forma en que me miran, y sobre todo, cómo me mira él. Ben Solo. El amigo de mi padre. Un alfa de mirada intensa y presencia imponente, que siempre fue como un guardián silencioso en mi infancia. Antes, cuando era solo una niña, yo confiaba en él sin miedo. Él me cuidaba, me protegía sin que tuviera que pedirlo. Pero algo cambió ahora, su mirada se ha vuelto diferente. Más fría, más distante. Mis padres se han ido por unos días, a enfrentar una pérdida familiar lejana que no entiendo del todo. Me dijeron que me quedara en casa, que estaría segura, que Ben vendría a verme. Cuando escuché su nombre, sentí un nudo en el estómago. ¿Cómo podría alguien como él, un alfa, estar solo conmigo?All Rights Reserved
1 part