Luana nunca imaginó que un mensaje a las cuatro de la mañana podía cambiarle los días. Lo que empezó como un simple follow en Instagram terminó volviéndose una conexión inesperada con Bauletti, el mejor amigo de su hermano y alguien que siempre le había parecido simpático... pero lejano.
Entre previas, boliches, partidos de fútbol y salidas tranquis, Luana y Bauletti empiezan a cruzarse cada vez más. Y aunque intentan esconderlo, la tensión entre ellos es evidente para todos. Risas compartidas, miradas que duran un segundo de más, mensajes con doble sentido y encuentros que se sienten como algo más.
En un mundo donde todos los conocen por lo que muestran en redes o frente a una cámara, Luana y Bauletti descubren que lo real puede aparecer cuando menos lo esperás. Y que a veces, lo que empieza como un chiste, termina siendo lo único que no podés sacar de la cabeza.