Esta historia (en proceso) te hará reflexionar sobre la humanidad... o tal vez no.
Porque a veces creemos tener entre las manos una verdad profunda, un espejo capaz de mostrarnos lo que realmente somos, y al final descubrimos que ese espejo está roto, distorsionado, burlándose de nosotros. Pensamos que rozamos la perfección, cuando en realidad hemos arruinado a toda una generación.
Quizá encuentres compasión en estas páginas... o crueldad.
Tal vez sientas el calor del amor en algunos personajes, o el filo de la locura en otros. Y puede que no sientas nada, salvo un vacío frío, tan humano como cualquier lágrima. Porque la humanidad no siempre se entiende, no siempre se explica: a veces solo se observa, se padece, se sobrevive.
Así que escucha con atención, pero no esperes moralejas fáciles. Esta historia podría transformarte... o podría dejarte exactamente igual.
Al final, la elección no es mía. Es tuya.
(LA IMAGEN NO ES MÍA)
-Por favor... déjame ir-suplico sollozando.
- No, Daniela, a partir de hoy tú me perteneces, tu vida me pertenece y cada parte de tu cuerpo me pertenece- soltó, y mi corazón se detuvo al escuchar sus palabras.
******
Mi nombre es Daniela, y me convertí en la obsesión de Marcos West un chico cruel y despiadado.