Esto no es solo una historia real. Es una carta disfrazada.
Una carta que nació del desamor, de las rupturas impuestas, del silencio que duele más que los gritos.
Es la voz de una mujer que lo entregó todo... y que hoy decide escribirse de vuelta.
En este primer capítulo no hay finales felices.
Solo hay una verdad escrita desde el alma, con cicatrices que todavía sangran.
Y un intento -quizás el último- por no olvidarse de sí misma.
Si alguna vez sentiste que te apagabas para que alguien más brillara...
Esta carta también es para ti.