Obsesión pactada

Nunca imaginé que la libertad pudiera terminar con un vestido comprado, una sonrisa forzada y la mano de un extraño sobre la mía.
Nunca pensé que el infierno pudiera vestirse de gala, ni que una jaula pudiera tener forma de promesa.

Yo no lo elegí.
A James Crawford no se lo elige.
Se impone.
Como la noche, como el miedo, como esas cosas que nadie te explica pero que terminan por tragarte entera.

Tenía sueños. Una vida tranquila, una familia rota en su propio silencio, una rutina donde aún podía decidir qué pasos dar. Pero bastó con que él me viera, solo una vez, para que todo cambiara.

Fui una elección disfrazada de fortuna.
Una transacción bendecida por la desesperación de quienes debieron protegerme.
Fui entregada.

A partir de ese momento, mi voz dejó de tener valor. Mi voluntad se volvió una amenaza.
Y él... él se convirtió en todo lo que debía temer.

Este no es un cuento de amor.
Es la historia de cómo alguien puede arrebatarte el destino y encerrarte en un lugar del que solo puedes escapar si estás dispuesta a perderlo todo.

Incluida a ti misma.