The other woman - Charles Leclerc
30 bab Bersambung -Becca, tenemos que hablar -dijo apenas estuvo a unos pasos, con esa voz baja, dulce, la que solo usaba conmigo cuando querΓa que lo escuchara bien- tengo algo que contarte, quiero que tΓΊ seas la primera en saberlo.
SentΓ cΓ³mo la piel de mis brazos se tensaba, como cuando sabes que viene una tormenta y que no hay forma de refugiarte a tiempo, intentΓ© sonreΓr, pero me saliΓ³ una mueca tan triste que incluso Γ©l frunciΓ³ el ceΓ±o por un segundo.
-Dime, Charlie... ΒΏquΓ© pasa?
TomΓ³ mis manos, las dos, como tantas veces antes, como cuando lo consolaba por perder una pole, como cuando celebramos su primer podio o como cuando llorΓ³ por Charlotte, sus manos eran cΓ‘lidas, familiares, peligrosas.
-Me casarΓ© con ella, Becca -soltΓ³ de golpe, como si las palabras ya no supieran esperar- creo que la amo y querΓa pedirte que estΓ©s ahΓ...
El mundo se me desmoronΓ³ tan fuerte que por un segundo pensΓ© que me iba a desmayar, no he sido una mujer dramΓ‘tica nunca, pero sentΓ... dolor fΓsico, real, punzante, como si algo dentro de mΓ se hubiese roto de manera irreversible.
Creo que todos lo escucharon en el paddock, el sonido de mi corazΓ³n partiΓ©ndose en mil pedazos.
Mis ojos se llenaron de lΓ‘grimas antes de que pudiera detenerlas, no, por favor, no aquΓ, no frente a Γ©l.
TraguΓ© saliva y asentΓ, obligΓ‘ndome a sostener su mirada.
-Cla... claro, Charles, lo que sea por mi mejor amigo.
Mi mejor amigo, quΓ© espantoso sonaba eso en ese momento.
Charles sonriΓ³, satisfecho, feliz, ilusionado con un futuro que no me incluΓa, me abrazΓ³ fuerte, un abrazo cΓ‘lido de esos que siempre me habΓan gustado, pero esta vez... esta vez doliΓ³, doliΓ³ desear con todo lo que era ser yo la mujer que llegara al altar con Γ©l.
OjalΓ‘ nunca me hubieras gustado, pensΓ© mientras inhalaba su perfume.