Cuando te enamoras de alguien profundamente, ¿qué desearías de esa persona? Nuestro protagonista no lo cuenta pero lo sabe, y como si fuera por arte de magia, aparece delante de su interés romántico convertido en una enorme giganta.
ATENCIÓN: Esta historia es fetichista y contiene atracciones asquerosas para alguien común como lo son: el vore, la macrofilia e incluso un poco de coprofilia. Este relato NO va dirigido a un público general.
Y disculpad los seis dedos de los pies de Clara en el póster. Vosotros ya sabéis que no es tan fácil encontrar imágenes de gigantas tan específicas...