Martin era un súcubo que pereció a manos del Dios Sol, abatido por una sola flecha divina durante la épica guerra entre dioses y demonios.
Mientras tanto, un chino llamado Martin, doctor en literatura y cinéfilo empedernido, perdió la vida en un accidente de coche en agosto de 2023.
Por un capricho cósmico del destino, las almas de los dos Martin convergieron en las caóticas corrientes del tiempo y el espacio, fusionándose y finalmente asentándose en el cuerpo de un niño de diez años llamado Martin Myers, que vivía en Los Ángeles de 1996.
¿Un mundo sin energía espiritual? Por suerte, como súcubo, no necesitaba energía espiritual para cultivar: sólo la esencia del deseo bastará. Las emociones (alegría, ira, tristeza y entusiasmo) son todas deseos. Mientras estas emociones se dirijan hacia él, se convertirán en combustible para su crecimiento.
«Bien, veamos qué formas fiables existen en este mundo para despertar las emociones de la gente en masa. Mmm, convertirse en escritor... suena prometedor; Y música, eso también podría funcionar; ¡pero vaya, las películas de Hollywood! Tienen alcance global; ¡esto es perfecto! ¿Cómo era ese término? Exacto: "Reciclador de Ideas". Empezaré escribiendo, pero mi objetivo final es convertirme en una estrella de cine internacional. ¿Actuación, dices? No te preocupes, ¡soy un súcubo, después de todo!»
Entre risas en la cocina, madrugadas con biberones y caricias silenciosas bajo una manta, Harry y Draco descubren que el amor no siempre viene con batallas épicas ni grandes declaraciones.
A veces, basta un susurro en la noche, una siesta compartida o una carta de Hogwarts en la mesa del desayuno.
En esta colección de momentos -sin orden, sin prisas- viajamos por recuerdos sueltos, pequeños destellos de lo que fueron, lo que son, y lo que jamás dejarán de ser:
Una familia. Un hogar. Unos adolescentes enamorados. Un amor que hace del instante, una eternidad.
Cada capítulo es una escena única, un abrazo al alma para quienes creen que el amor se encuentra en los detalles más simples.