𝗘𝗹 𝗤𝘂𝗶𝗻𝘁𝗼 𝗧𝗿𝗼𝗻𝗼 | 𝖤𝖽𝗆𝗎𝗇𝖽 𝖯𝖾𝗏𝖾𝗇𝗌𝗂𝖾

Narnia ya tiene sus cuatro reyes. Las leyendas están escritas. Las coronas están en sus cabezas.

Pero entonces ella llegó.

Aileen no conoce el nombre de Aslan, ni el de los Pevensie. Viene de un mundo donde las guerras son silenciosas, los dolores se esconden bajo sonrisas, y nadie habla con animales. Despierta en un bosque cubierto de hojas de otoño, sin recuerdos de cómo llegó allí, pero con un símbolo dorado marcado en su piel: una luna.

Los animales la observan. El bosque susurra su nombre. Y en Cair Paravel... un trono vacío comienza a arder.

El problema es que los reyes de Narnia no la quieren ahí.

El problema mayor: el quinto trono nunca debió despertar.