En el distante planeta Kaelyndor, hogar de una raza alienígena sensual y letal conocida como los Itheryn, las mujeres humanas son ofrendadas como parte de un tratado impuesto tras la derrota de la Tierra. Dicen que vivirán rodeadas de belleza, lujos y cuidados... pero en realidad, son enviadas a ser parte del Jardín de Néctar, donde se cultivan las "rosas", nombre poético para lo que en realidad son: concubinas.
Ariadna, bibliotecaria de espíritu rebelde y mirada firme, es seleccionada como tributo. Su destino queda sellado cuando es reclamada por Vael Rhazkar, un noble itheryn de rango guerrero, temido incluso entre los suyos. De mirada cortante, voz grave y presencia que paraliza, Vael no finge delicadeza. La quiere solo para él, y está decidido a quebrarla a su modo: lentamente, sin tocarla con violencia... pero sí con poder.
La obliga a dormir a su lado, desnuda, como marca de posesión. Le habla al oído con palabras que queman. Y la desafía a cada momento con su control férreo... pero también, con una contención peligrosa. Atrapada en un mundo que brilla como un sueño pero duele como una jaula, Ariadna deberá luchar por su cuerpo, su mente, y lo más difícil de todo: su voluntad.
Historia 7 de "Gigantes de Colores"
Tiana Rogers siempre soñó con ser la mejor comandante, como su padre. Entrenó, estudió tácticas y soportó que la llamaran "la nena de papá" solo por llevar el apellido Rogers. Lo único que le faltaba era una misión que por fin la hiciera destacar.
Cuando Archimedes Porter le ofrece salir del papeleo y unirse a una asignación de campo, Tiana acepta sin pensarlo... hasta descubrir que su "misión real" consiste en cuidar a un drakoniano gigantesco, sensual y peligrosamente problemático.
Su nombre es Drako, y ella debe mantenerlo fuera de problemas... y lejos de las hembras alienígenas.
El problema es que mientras lo protege de todas, olvida una verdad crucial:
Ella también es una hembra.