❄️Trazos en el hielo ❄️

Había pasado un año desde los X-Games, pero algunas heridas no cicatrizan con el tiempo... solo aprenden a doler más callado.

Max no sabía exactamente en qué momento Bradley dejó de ser su enemigo y empezó a convertirse en un eco constante en sus pensamientos. Tal vez fue después de la disculpa. O tal vez fue en esos silencios compartidos donde ninguno sabía qué decir, pero ambos sabían lo que sentían.

Era invierno. El lago se había congelado por completo, creando un espejo blanco bajo el cielo gris de las vacaciones. Max caminaba junto a Bobby y PJ, sus risas cubriendo el silencio de la nieve bajo sus botas, cuando lo vio.

Una figura solitaria deslizándose con gracia sobre el hielo, girando como si nada más en el mundo existiera. Patinaba con los ojos cerrados, como si pudiera huir de todo con cada giro...
...y era él.
Bradley.

Y en ese instante, mientras los copos caían suaves y el mundo se volvía más lento, Max sintió cómo algo dentro de él se quebraba.
¿Era nostalgia? ¿Era rabia? ¿Era amor?

No lo sabía.
Pero sí sabía una cosa: los trazos que Bradley dejaba sobre el hielo también estaban dibujándose dentro de él.