Ariel jamás debió existir.
Un ángel caído, perdido entre dimensiones, adoptada en secreto por Bulma y oculta del universo.
Nadie conocía su nombre... hasta el día del cumpleaños que cambiaría todo.
Allí, en medio de risas y guerreros hambrientos, cruzó su mirada con Bills, el Dios de la Destrucción.
Él, implacable y eterno.
Ella, rota, indescifrable... y peligrosamente poderosa.
Él debería destruirla.
Ella no debería sentir nada.
Pero el destino, como el universo, no siempre obedece las reglas de los dioses.
Y cuando dos fuerzas prohibidas se tocan, el cosmos tiembla.
¿Es posible amar a quien está destinado a destruirlo todo... incluso a vos misma?