
Micaela entra al cuerpo médico de Boca y no tarda en cruzarse con Ayrton Costa: el mismo pibe de barrio, turro y canchero, que le enseñó a jugar a la pelota, el pibe con sonrisa canchera y botines gastados. Él, vuelve a cruzarse en su camino, demostrándole que su historia no había terminado.All Rights Reserved