Carlos siempre fue el que sabía lo que no debía sentir. El que miraba desde lejos, tocaba en la sombra y callaba lo que ardía en la piel. Oscar, en cambio, nunca dejó de esperarlo, aun cuando todo parecía imposible.
En un paddock lleno de miradas ajenas, secretos que pesan y carreras que lo consumen todo, ¿puede una historia como la suya salir a la luz sin romperse?
Un one shot emocional, sensual y vulnerable, donde dos pilotos que se negaron demasiado tiempo a sí mismos descubren que ser perfectos... quizás no es más que estar en el lugar correcto, con la persona correcta.