
Era noche de luna llena. La gente llacía dormida, pero en un bosque no muy lejano, una batalla a muerte llegó a su final. - ¡Te lo juro, maldito demonio! ¡Algún día alguien te va a derrotar! - Gritó con todas sus fuerzas una mujer ya moribunda. Estaba tirada en el piso, observando a la luna, la sangre abandonaba su cuerpo después de haber obtenido una herida mortal. - ¿En serio lo crees? Ni siquiera tú, me pudiste ganar. Nadie va a tener la capacidad de derrotarme - Les respondió aquel maligno ser alejándose cada vez más de ella, no quería comerla, no, no podía... - ¡Alguien lo hará y no te gustará quien lo logrará...! - Sangre brotó de su boca a mares y con su último susurró hizo un juramento - Aquí... bajo la luna, yo juro que alguien de mi descendencia vencerá a ese demonio ¡No me importa si para ello tienen que pasar siglos! Alguna de mis hijas lo hará... Y mandara a ese hijo de perr* al mismísimo infierno... - Con eso sus ojos se cerraron por última ocasión, esa mujer había caído en el sueño eterno... Lo que está no sabía, es que la luna había escuchado su deseo, y estaba dispuesta a cumplirselo. La luna fue a visitar a su hija que se encontraba en los brazos de Morfeo ... y dejo caer su rocío sobre ella. El cabello de la niña cambió a un blanco precioso, su piel se volvió pálida, piel de un digno muerto. - A partir de a hora mi niñ tú y toda tu descendencia que lleven este cabello de luna, estarán destinadas a cumplir con el deseo de tu madre - Le dijo la luna.All Rights Reserved
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