Allí él estaba, como siempre, casando a su próxima víctima, mirándo a su dirección cada dos segundos y después a la nada. Allí estaba yo, forzando risas, finjiendo sonrisas y rechazado las propuestas de chicos para bailar, incluso a mis amigos, incluso a él. No. Esto no podía seguir así, él muy bien como si nada hubiera pasado y yo aquí sientiendolo todo. Y a la vez nada. Bien dicen que a las chicas buenas les atraen los chicos malos. Ja! que ironía él no eras malo, no era mierda.All Rights Reserved
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