Rosas y el niño que veía el mundo de color gris

Hay niños que ríen en los recreos. Hay niños que corren bajo el sol. Y hay uno que solo ve el mundo en gris.
Él no tiene nombre. O tal vez lo perdió entre discusiones apagadas, platos rotos y silencios que duelen más que los gritos. Para el resto del mundo, es independiente. Para sí mismo, es invisible. Su única compañía son los árboles del patio, el crujido de la madera en la casa, y un jardín que florece solo cuando nadie lo ve.
Todo cambia el día en que una rosa aparece. Y con ella, una pizca de color.
Rosas, el niño que veía el mundo de color gris es una historia breve pero intensa que habla de la depresión infantil, la soledad no contada, y la esperanza que a veces llega en forma de pétalo. Contada a través de las estaciones -del invierno al renacer de la primavera- esta historia muestra que a veces, sobrevivir también es florecer.