¿Que harías si te encontraras en un cuarto con seis jugadores de fútbol americano, todos ellos con cuerpos esculpidos y miradas irresistibles, parecidos a dioses griegos?
Máx solo anhelaba comenzar su primer año universitario sin destacarse. Pero un error en la asignación lo manda derecho al Dormitorio 46, ¡el nido de los seis chicos mas codiciados del campus! Son diferentes, intensos, imposibles de ignorar... y, poquito a poquito, todos parecen interesarse por él.
Lo que primero se presenta como una verdadera pesadilla, rápido se torna un juego peligroso de miradas, celos, roces y secretos. Por que cuando surgen los sentimientos -y el deseo tambien- las reglas cambian. Y Max tendrá que decidir si escapar... o quedarse a jugar.
Una historia LGBT en la universidad, llena de tensión, sarcasmo, muchísimo drama y mas de una puerta con llave. ¡Bienvenido al Dormitorio 46! Donde nadie está preparado para lo que viene.
Declan Kingsley es un grandioso jugador de hockey con un futuro prometedor, sueña con jugar para un equipo de la NHL cuando se gradúe de la universidad y ser el mejor. Siempre ser el mejor.
Se ha enfocado tanto en sus sueños que se ha olvidado de las otras cosas importantes en su vida, el amor, aunque sí que ha disfrutado de un sinfín de citas y chicas, pero jamás ha buscado una relación seria.
Cuando llega año nuevo y todos sus amigos están por dar el primer beso del año a medianoche, Declan siente repentinos celos y besa a la primera chica que se encuentra, Millie Harrison.
Millie Harrison jamás ha tenido novio y mucho menos ha dado un beso, por lo que se ve más que sorprendida cuando uno de los jugadores de hockey más codiciado en el campus de su universidad decide besarla.
Después de un par de sucesos, Millie decide enfrentarlo y proponerle algo de lo que ella cree que ambos podrían arrepentirse después, una relación falsa, pero ella está desesperada y necesita la ayuda de alguien como Declan, quien al parecer no solo está dispuesta a ayudarla, sino a conquistarla de verdad.