Jeongin siempre fue una pieza más en el cruel ajedrez del bajo mundo. Huérfano desde niño, fue vendido por una red de trata a un cartel internacional que traficaba personas de forma silenciosa, efectiva, letal. A sus 19 años, ha aprendido a callar, a obedecer y a sobrevivir. Su alma ya no tiembla. Al menos eso cree... hasta que llega él.
Seo Changbin, el heredero del clan black lights, una de las mafias más poderosas y temidas de Asia, es conocido por su brutalidad, su astucia y su corazón de piedra. Jamás pierde el control. Jamás se encariña. Pero todo cambia el día que su mercancía más reciente -un chico de mirada rota y voz temblorosa- es presentado ante él como un regalo.
Changbin no pidió a Jeongin. Pero no puede quitárselo de la cabeza. Lo mira como un objeto... al principio. Hasta que Jeongin comienza a mirarlo también. Con miedo, con rabia, con dignidad.
Lo que comienza como una relación de poder, se transforma lentamente en una atracción tóxica y peligrosa. Changbin no quiere amar. Jeongin no quiere ser amado por su captor. Pero en un mundo donde el amor es debilidad, aferrarse el uno al otro puede ser su única salida... o su condena.