🌝 Demasiado Stan, demasiado Evans... demasiados crushes y una sola neurona operativa.
(...o cómo sobrevivir al multiverso del colapso hormonal sin perder la dignidad... aunque sí el sueño y la poca compostura que te quedaba).
¿Alguna vez te preguntaste cómo es posible que UN solo hombre -o peor, varios- y sus malditos personajes logren derretirte el alma, el cerebro y las bragas en menos de tres páginas? Bienvenida al multiverso emocional de Marvel (y compañía): un lugar donde los traumas vienen con bíceps, los brazos metálicos son fetiche colectivo, los trajes ajustados son un arma letal... y tú solo querías leer "algo cortito antes de dormir".
Este libro no tiene orden, ni lógica, ni misericordia. Es un desfile de one shots con drama, romance, tensión sexual no resuelta (y a veces muy resuelta), sarcasmo, y más colapsos emocionales que una temporada de Grey's Anatomy. Aquí se cruzan Bucky Barnes con su terapia pendiente, Steve Rogers con cara de mártir griego, Jhonny Storm derrochando fuego (literal y figurado), Eddie Brock con su encanto caótico... y de vez en cuando, algún actor en su versión más real (o no tanto), como Sebastian Stan, Chris Evans o Tom Hardy, solo para que el multiverso de tus crushes termine de colapsar.
Aquí no se juzga. Si te enamoras de un soldado con mil traumas, de un héroe con complejo de mártir, de un periodista con un simbionte posesivo o de un idiota adorable en traje... bienvenida al club.
Porque una sola neurona no alcanza, pero el fangirleo siempre se justifica.