
No se pide permiso para amar. Nemiyo necesita que le pidan permiso. Un toque inconsciente, un abrazo por la espalda, un beso por el cuello; es todo tan asfixiante. Siente que vuelve a ese lugar, a ese momento. Ichiro no comprende el amor; no lo conoce y no lo vivió de la mejor manera tampoco. Amar, era como una emboscada para él, no sabía cuando llegaría, y si aparecía, no sería de a poco, sino como el choque de un tren. Dos almas que no necesitaban consuelo hasta que lo tuvieron, dos corazones que encontraron un refugio junto a otro. Dos personas que nunca inquirieron el afecto en su vida porque cuando lo recibieron, sintieron que su mundo no los aceptaría, no los haría encajar. Ambos aprenderán a amar al otro, aunque sea un proceso lento y sofocante.All Rights Reserved
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