La humanidad siempre ha mirado a las estrellas y en el universo de SAS 4 lo logró con el tiempo. La Tierra se volvió solo un punto de partida. La civilización humana extendió sus raíces por toda la galaxia. La superpoblación, el agotamiento de recursos y los avances en tecnología de transporte interestelar empujaron a las grandes potencias a buscar otros mundos. Así comenzó la colonización masiva. Algunos planetas eran ricos en minerales, otros fértiles. Muchos fueron terraformados para parecerse a la Tierra. No solo instalaron bases científicas y mineras, sino que impulsaron la modificación genética y búsqueda de nuevos organismos. Algunas colonias se construyeron como fortalezas militares, otras como centros de investigación o ciudades utópicas. Los humanos prosperaban en planetas que nunca imaginaron habitar. Se hablaba de una nueva era dorada para la especie, pero esa era no duro mucho. En medio de ese aparente éxito, empezó a gestarse en las sombras... Un patógeno desconocido... Silencioso al principio... Violento después. Se originó en uno de esos mundos y sin que nadie lo notara, se expandió como un incendio. Lo que vino después no fue solo una crisis biológica... Fue el comienzo del colapso.