LA VERDAD DETRÁS DEL VELO

La lluvia caía a cántaros, y el "Bar con Letras" estaba casi vacío. Sólo un par de clientes hablando y riendo, envueltos en el aroma a tierra mojada por la lluvia. Ivelle, la barista, secaba vasos y copas con un trapo, tarareando una canción sin letra. Elian entró, empapado hasta los huesos, y ivelle levantó una ceja con una sonrisa divertida.

"Vaya, parece que te ha pillado la tormenta," dijo ivelle, sin dejar de secar los vasos.

"Algo así," respondió Elian, sacudiendo el agua de su chaqueta. "Un whisky, por favor, el de siempre."

Ivelle le preparó el whisky con su habitual eficiencia. Mientras lo hacía, Elian observó el pequeño mural de motos que decoraba la pared detrás de la barra, una de las peculiaridades del Bar no es la primera vez que Elian iba al bar

"Sigues con tu obsesión por las motos ," comentó Elian, señalando el mural.