Se dice que la humanidad comenzó con una familia: los Thompson. No fue con dioses, ni con demonios, ni criaturas míticas... sino con un pacto sellado en sangre y silencio. Ellos no dieron origen al mundo, pero sí a las mentiras que lo sostienen, porque todo empezó con ellos...
Fueron los primeros... antes de Adán y Eva... pero no elegidos. Fueron un error que nunca debió despertar.
Porque no vinieron del cielo ni surgieron de la tierra. Simplemente... Fueron un error... el primero y el más hermoso. Únicos, temidos, venerados como dioses, pero más fríos que cualquier psicópata. Algunos no sienten... Otros si, ellos solo calculan. Y aún así, el mundo se inclina ante ellos."
Ya que, ellos no son dioses, ni reyes, ni presidente, son más que eso son personas intocables, únicos y que no quieren mezclarse con ningún otro fuera de su familia desde hace decadas...
Generaciones enteras crecieron dentro de una prisión enmascarado, sin ellos mismos saberlo... O ¿Si?...
La ley no existen en esa familia que fue dictada por el linaje, el olvido era impuesto y los recuerdos... reescritos.
Con una máscara sellada al rostro y un juramento grabado en la carne, sus hijos aprendieron a obedecer sin saber quiénes eran.
Pero cuando dos primos rompen el ciclo y escapan -ella, embarazada de su primer hijo - se van a iniciar un destino diferente.
Años después, el pasado regresa con garras invisibles, buscando lo que le pertenece: Sus vidas y sus recuerdos.
Entre espejismos, secretos enterrados y un legado que ¿Caerá?... ¿puede la familia Campbell Wilson romper la maldición del olvido?
Una historia de máscaras, memoria y la sangre que nunca deja de caer.
Si quieres saber más, te invito a leer mi historia
Nunca le gustaron los tipos de fácil sonrisa, de palabras bonitas y de boca sucia. Tipos que evitaba a toda costa porque todo en ellos gritaba peligro, revolución y corazones rotos.
Él representaba todo lo que Alondra detestaba, pero aun así no podía evitar verlo, recorrerlo con la mirada, desear pasar sus dedos por aquellos músculos brillosos, aun así no podía evitar ver el reloj y esperar que sean las doce para las diez para poder salir y verlo pasar. León merecía ser admirado, era una obra de arte que pocos entendían y ella, una artista que necesitaba una sacudida y salir de su zona de confort.
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Gracias por la hermosa portada Dana Rivera, nuevamente gracias muñeca.
I LIBRO: DOCE PARAS LAS DIEZ.
II LIBRO: UNA CERVEZA Y ALGO MÁS.
DUOLOGÍA SIGUIENTE TRAGO.