Me dijiste que Nunca te irías 
Si no piensas cumplir una promesa, no la hagas.
A veces, una sola promesa rota puede destruir a alguien que te amaba más de lo que tú sabías.
Tal vez no fue por maldad. Tal vez solo querías evitarle más dolor.
Pero prometer y luego desaparecer... eso también duele.
Más de lo que imaginas.
Ella lo recuerda todo. Cada palabra, cada mensaje, cada abrazo, y en especial... esa promesa:
"Nunca te voy a dejar sola. Te lo prometo. Siempre estaré contigo."
Y sin embargo, te fuiste. Sin explicación. Sin despedida.
La bloqueaste. La borraste.
La dejaste sola... justo cuando más te necesitaba.
Pero Maeve no se rinde. Aunque tenga el corazón hecho pedazos, aún respira.
Aunque desee olvidar, aún recuerda.
Y aunque la promesa no se haya cumplido...
Ella está dispuesta a enfrentar el regreso de quien juró no irse jamás.