Isabella Álvarez lo tiene todo: belleza, privilegios y un apellido que se pronuncia con respeto -o con miedo- en las altas esferas del país. Criada entre caballos de sangre pura, eventos de élite y silencios familiares, Isa aprendió desde niña a no necesitar de nadie... y a mirar a todos desde lo alto. Para ella, Lía Rivas era apenas un eco en su mundo: la prima de una amiga, una figura discreta, una sombra que no merecía atención. Hasta que su mirada cambió. Hasta que fue imposible no verla.
Lía, en cambio, siempre la vio.
Desde la adolescencia, supo lo que era amar en silencio, callar un deseo imposible y resistirse a una mujer que solo sabía querer con frialdad. Viene de una familia sin títulos, sin fortuna, pero con una fuerza interior que Isa nunca logró doblegar del todo. Su cercanía al círculo Álvarez parecía una coincidencia... pero se convirtió en su mayor herida.
Cuando un reencuentro inesperado las obliga a convivir bajo el mismo cielo, los años de tensión contenida, orgullo, deseo y viejas heridas resurgen con una fuerza incontrolable. Isabella, incapaz de amar sin poseer, y Lía, cansada de amar sin ser correspondida, se ven atrapadas en una danza feroz entre el deseo y la renuncia.
¿Puede el amor sobrevivir a los juegos de poder, al miedo a sentir y a una historia marcada por la desigualdad?
¿O solo es otra forma de guerra donde ambas están destinadas a perder?
Una historia de amor agrio, de silencios que gritan y de besos que duelen.
Donde quedarse duele...
Pero irse, mata.