Bajo el mismo techo

En el caótico proceso de asignación, Lía se topa con un chico arrogante de pelo castaño que se cuela en la fila. Cuando ella le reclama, él solo la mira con una sonrisa burlona y la provoca llamándola "Tomate" por su cabello rojizo. Sus amigos, Liam y Marck, intentan calmarlo, pero Alexander (ese es su nombre) parece disfrutar de molestar a Lía.

Las cosas empeoran cuando descubren que, debido a una falta de habitaciones, tendrán que compartir residencia... ¡y son los únicos disponibles! Ambos se niegan rotundamente: Lía no soporta la actitud de Alexander, y él no quiere una compañera "mandona y pelirroja" en su espacio. Pero las reglas son claras: o aceptan la situación o pierden su lugar en el campus.

Con pocas opciones, Lía y Alexander se ven obligados a mudarse juntos a una pequeña residencia compartida, donde tendrán que lidiar no solo con sus personalidades opuestas, sino también con una tensión que, poco a poco, se transforma en algo más... ¿Podrán convivir sin matarse en el intento? ¿O descubrirán que, detrás de las burlas y los choques, hay algo que ni ellos mismos esperaban sentir? que, a veces, el amor llega cuando menos lo buscas... y donde menos lo esperas.