Gemini Norawit me tomó durante casi media semana. Y sí... yo también lo tomé a él.
Mi celo se adelantó por culpa del alcohol en mi sistema, por esa necesidad estúpida de sentirme deseado... visible.
Podría decir que lo hice con gusto, pero sería una mentira vil. No fue placer, fue humillación.
No fue deseo, fue ruina.
Él se aprovechó de mi cuerpo roto, de mi juicio nublado, de esa maldita noche donde todo se volvió niebla y fuego, por haber bebido de más...
Por no tomar mis supresores.
Por no usar el neutralizador.
Por querer, aunque fuera por un instante, que él me oliera. Que me sintiera. Que se diera cuenta de que yo existía.
Pero no... no...
¡¿Por qué él?!
Un Delta.
Un maldito Delta.
Sin olor. Sin rango. Sin derecho.
Un don nadie que, en cualquier otro momento, no habría tenido el atrevimiento ni de respirar cerca de mí.
Yo solía apartarlo como si fuera basura. Le prohibí tocarme. Le prohibí siquiera mirarme. Jamás le di permiso para acercarse, y mucho menos para intentar imponerme su insignificante existencia con esos dientes inútiles de recesivo...
Él no marcaba.
No emanaba nada.
Vacío. Patético.
Y sin embargo, mírame ahora.
Yo... el Omega de sangre ilustre, orgulloso heredero de una familia de élite...
Yo, que caminaba con la cabeza en alto, que era respetado, envidiado, temido.
Ahora estoy... roto.
Hundido en una cama que no elegí, atado a un cuerpo que no deseaba...
O eso quería creer.
Porque su marca sigue ardiendo.
Porque su aliento sigue atrapado en mi piel.
Porque él no solo me posee.
Me devora. Me carcome. Me aplasta.
Ya no es el Delta miserable que despreciaba.
No...
Este Gemini es otro.
Este Gemini no suplica, no duda, no se arrastra.
Este Gemini me mira con hambre.
Y yo... yo ya no sé si quiero escapar, o quedarme a ser destruido por él.
Est es un omega marcado... en más de un sentido.
Abandonado por sus padres por el simple hecho de ser quien es, traicionado por la persona que creyó amar y traicionado aún más cruelmente por un amigo, ahora vive en un pequeño apartamento en uno de los barrios más pobres de la ciudad, acompañado solo por su leal perro PB y su mejor amigo Perth, un alfa que ha prometido nunca dejarlo solo.
Pero las marcas que más duelen no son las que se ven, sino las que arden en el alma. Joong, su ex pareja, lo reclamó, lo embarazó... y luego lo abandonó por otro omega. Un engaño que no solo destrozó su corazón, sino que apagó la luz que quedaba en su interior.
Est cree que ya no le queda nada para ofrecer. Cree que ningún alfa lo miraría dos veces... hasta que William entra en la florería.
Alfa puro. Líder de la mafia más temida de la ciudad: LYKN. Y con una sola mirada a esos ojos tristes y brillantes, William supo que ese omega ya le pertenecía.
Y lo protegerá, aunque tenga que prenderle fuego al mundo para hacerlo.
✨️Temática omegaverse
✨️Mención de otros ships/actores
✨️No pretendo ofender a ninguna de las personas que se mencionan aqui