-¿¡QUEEEEEE!?
Repite eso Jesús.- Dije sorprendida por la sinceridad de la expresión de mi amigo.
-Que te quiero. Así como lo oyes, T-e Q-u-i-e-r-o
¿Gaes? ¿Te lo repito otra vez o ya te enteraste? -Volvió a repetir el chico con normalidad y serenidad en la voz.
-P-eee-ero Jesus, ¿tu eres tonto o te lo haces?
Sabes que eres mi amigo y todo eso, pero hasta ahí. Amigos y punto, pequeño.
Ah, y deja de insistir porque que cada mes me vengas con dos cosas diferentes de que si me amas o que soy tu princesa, pues ya cansa. Que se como eres, y no voy a caer en el juego. -Dije cansada por la repetición de Jesús.
Siempre es la misma canción de todos los meses; el me dice que me ama y yo le rechazo.
~Escuché una carcajada profunda~
-¿Sabes donde vas a caer enana?
Vas a caer rendidita a mis pies muriendo de amor, y cuando ese día llegue, me harás el chico mas feliz de este mundo. - Jesus me susurró al oído causándome que un escalofrío recorriera mi espalda.
Escucho pasos detrás de mí y corro como nunca.
-¡Déjenme! -les grito desesperada mientras me siguen.
-Tienes que quedarte aquí, Iris. ¡Perteneces a este lugar! ¡Tú no eres una humana normal! -grita un guardia sin dejar de perseguirme...
-¡No! Yo pertenezco a mi ciudad, con mis padres... -cuando estoy por llegar a la salida veo a dos chicos.
Practicando con espadas...
-¡Sky! ¡Atrápala! -grita Rick...
Uno de los chicos desvía su mirada y nuestros ojos se conectan
Sus ojos dorados me miran fijamente...
Revolotea despreocupado su cabello rubio, pero luego...
Se da cuenta de lo que sucede y me apunta con su espada
Yo me detengo inmediatamente...