"Un instante en la presencia de Dios puede cambiar y transformar un corazón hecho pedazos y sin esperanza."
Desde hace tiempo, mi pasión por leer y estudiar la Biblia (en especial el libro de los Salmos) me ha llevado, gracias a Dios, a dedicarle mis propias cartas con dedicatorias a su amor, o incluso a abrir mi corazón, expresando con palabras sinceras, sin nada que ocultar, derramando mi adoración como perfume a los pies del Maestro, con manos temblorosas, con dudas sobre mi futuro... Con la ayuda del Espíritu Santo (mi amigo), he logrado atesorar en el corazón de Dios estas cartas con palabras de oro. No porque sean palabras bonitas o diferentes, sino porque nacen de un corazón quebrantado que clama a Dios como un niño a su Padre.
Mi anhelo es que el mundo vea que Dios no es como piensan,el no es un Juez malo que espera que hagas algo malo para mandarte al infierno.
Mas bien,es el Padre que su anhelo es pasar tiempo con nosotros,el quiere reír contigo,llorar contigo,consolarte y abrazarte,pues e descubierto que sus caricias son el alimento que necesita nuestra alma.
El es el Padre que siempre soñé.