Ella solía decir que a los demonios hay que dejarlos salir de vez en cuando para que no te devoren el alma. Él ni siquiera se había planteado si tenía algún "demonio" viviendo en su interior hasta que la conoció. Ni se imaginó que esa chica extraña de pelo azúl de la que sólo quería unas cuantas letras para sus canciones, se convertiría en su demonio interior particular.