*"No era un simple susto. Era algo que se había quedado conmigo."*
En un barrio que apenas comenzaba a poblarse, un niño encuentra una cruz negra en el galpón de una casa abandonada. Lo que parece un juego de verano se transforma en una experiencia inquietante que marcará su infancia para siempre. Años después, ya adolescente y acompañado por su inseparable amigo Mauro, decide volver a ese lugar, impulsado por una mezcla de curiosidad, valentía y algo más profundo: la necesidad de entender.
Lo que ocurre dentro de esa casa -los ruidos, la presión del aire, la sensación de estar atrapado en otro tiempo- desafía toda lógica. Pero lo más perturbador no es lo que sucede, sino lo que permanece: la duda, la memoria, la aparición de una figura del pasado que tal vez nunca se fue.
Esta es una historia sobre lo inexplicable, pero también sobre la amistad, la nostalgia y los recuerdos que se niegan a desvanecerse. Un relato donde lo paranormal se entrelaza con lo emocional, y donde algunas puertas, una vez abiertas, ya no pueden cerrarse del todo.
Todos cargamos con un poco de locura dentro de nosotros. Y es esa irracionalidad la que lo alimenta, la que dibuja una sonrisa que muestra sus dientes afilados y listos para romper piel y destilar sangre. Él puede olfatear la locura en tu alma como un sabueso entrenado, hambriento de dolor, destiñendo decadencia y muerte. Shhh, no digas su nombre.
Cover Art & Design: Consuelo Parra