Madrid. Mich, 25 años, mitad gallega, mitad brasileña, con corazón cinéfilo y una vida que se desmorona en silencio. Ha llegado a la ciudad buscando trabajo, oportunidades, sentido... pero solo encuentra pisos fríos, cafés medio llenos y sueños rotos.
Jesica, 20, valenciana, cantante emergente con miles de seguidores y una seguridad que parece impenetrable, excepto cuando no hay nadie mirando.
No deberían encontrarse. No deberían tocarse. No deberían ni entenderse.
Pero lo hacen.
Y nada vuelve a ser lo mismo.
Una historia de piel, deseo, silencios que gritan y verdades que no caben en una canción.
Jesica tiene 17 años, le apasiona el fútbol y vive en una familia donde las normas pesan más que los sentimientos. Cuando Michel, una profesora sustituta de inglés, llega al instituto, todo cambia. Hay algo en ella -en su forma de hablar, de mirar, de sonreír- que despierta en Jesica una emoción nueva, incómoda... y adictiva.
Pero Michel no tarda en marcharse, dejando un hueco que el tiempo parece empeñado en llenar. Lo que Jesica no espera es volver a encontrársela fuera del aula, en un campo de fútbol, donde los silencios pesan tanto como las palabras no dichas.
Ambas mujeres tendrán que enfrentarse a una atracción que no encaja con las reglas de lo "correcto", al juicio de los demás, y al miedo a vivir lo que sienten. En un mundo que les dice que no pueden estar juntas, ¿serán capaces de luchar por lo que realmente quieren?