15 parts Ongoing Derry siempre ha parecido un pueblo comΓΊn, pero sΓ³lo a los que no saben escuchar. Porque Derry respira. Lo hace en silencio, con un ritmo tan profundo y antiguo que se confunde con el rumor del rΓo o con el murmullo de los Γ‘rboles cuando el viento los obliga a inclinarse, como si se rindieran ante algo que vive bajo sus raΓces.
Algunos habitantes, especialmente los niΓ±os, lo han notado en sueΓ±os: una especie de latido que se repite bajo las calles, como si una criatura gigantesca durmiera en los tΓΊneles de drenaje. Otros, los menos afortunados, han visto brillar dos ojos amarillos en las rejillas del alcantarillado y han sentido cΓ³mo una risa hΓΊmeda se les deslizaba por la nuca.
Pero nadie habla de eso.
En Derry no se habla de muchas cosas. Los adultos aprenden pronto a olvidar, a mirar hacia otro lado, a aceptar con naturalidad lo que harΓa temblar a cualquier otra ciudad.
Porque Derry recuerda. Derry se alimenta.
Y cuando el ciclo vuelve a comenzar, cuando la quietud se rompe como el espejo de un estanque, algo despierta en la oscuridad. Algo que conoce el sabor del miedo mejor que nadie. Algo que se arrastra entre tuberΓas oxidadas, que adopta formas para atraer, seducir, devorar.
A veces es un susurro. A veces, una carcajada.
A veces, un globo rojo que flota donde no deberΓa haber nada.
Y cuando ese globo aparece, Derry contiene la respiraciΓ³n.
Porque Γ©l ha vuelto.
Y siempre tiene hambre.
ΒΏY quΓ© si tiene corazΓ³n? Claro que lo tiene.
Pero ΒΏQuΓ© pasarΓa si realmente el corazΓ³n que tiene fΓsicamente no es el de Γ©l?
ΒΏQuΓ© pasarΓa si su verdadero corazΓ³n realmente estΓ‘ oculto, protegido, secreto?