Spencer Hastings y Toby Cavanaugh estaban construyendo la vida que siempre soñaron: una familia, un hogar lleno de risas, un amor que resistió todas las tormentas.
Pero un accidente lo cambia todo.
Con un hijo de tres años y una bebé recién nacida, Toby debe aprender a vivir en un mundo donde ella ya no está... y, al mismo tiempo, criar a los dos amores más grandes que Spencer le dejó.
Entre pañales, cartas que nunca pensó leer, risas nuevas y recuerdos que se niegan a desvanecerse, esta es la historia de un padre que no se rinde, de una ausencia que sigue siendo presencia, y de un amor que no termina con la muerte.