Jennie Kim es una chica de ciudad, rica, mimada, adicta al celular y a las fiestas con luces de neón. Harta de su rebeldía, su madre decide enviarla a pasar el verano con su hermano menor (el tío de Jennie), un granjero viudo que vive en el pueblo de Bramblehollow, donde no hay centros comerciales, ni señal de internet, ni nada "cool". Solo barro, gallinas y gente que se saluda demasiado.
Allí, Jennie conoce a Lisa, la ayudante del tío: una chica práctica, sarcástica, fuerte, que viste con botas llenas de tierra, trenzas desordenadas y camisas de leñadora. Es todo lo que Jennie jamás sería... o eso cree.
Al principio, se detestan. Jennie la llama "la chica sin wifi" y Lisa la llama "la princesa derretida". Pero a medida que pasan los días, los silencios de Lisa comienzan a tener más sentido que todos los mensajes que Jennie enviaba por Instagram. Y lo que comenzó como castigo, se convierte en una historia que cambiará sus vidas.
Jennie Kim, una joven de 19 años con una vida aparentemente tranquila, ingresa a la universidad con la ilusión de un nuevo comienzo. Lo que no esperaba era cruzarse con Lalisa Manoban, una mujer enigmática, poderosa y temida... líder de una de las mafias más peligrosas de Corea.
Lisa, de 24 años, nunca se involucra emocionalmente. Para ella, el amor es una debilidad. Pero cuando conoce a Jennie, su mundo empieza a tambalearse. Lo que comienza como un juego de poder, obsesión y vigilancia, se transforma en un amor que amenaza con destruirlas a ambas.
Entre traiciones, enemigos al acecho y un secreto que une sus destinos, deberán decidir si vale la pena arriesgarlo todo por una pasión prohibida.
Mientras tanto, Chaeyoung y Jisoo viven su propio caos emocional, atrapadas entre lo que sienten y lo que temen perder.