Marco es bajito, rebelde, impulsivo y, según muchos, "demasiado molesto para su propio bien". Con brackets, una lengua afilada y una obsesión que roza lo enfermizo, Marco vive fantaseando con Anton: un estudiante de ingeniería, musculoso, tatuado, con moto y un carácter de mierda. El chico perfecto para ser su némesis... o su inspiración romántica.
Anton ni siquiera sabe que Marco existe. Hasta que un día, encuentra el cuaderno secreto donde el molesto "ratón con brackets" ha escrito con lujo de detalles cada una de sus fantasías amorosas y sexuales con él como protagonista.
A partir de entonces, todo se descontrola.
Anton comienza a prestarle atención, y Marco disfruta cada segundo de esa adrenalina. Pero lo que empieza como un juego de tensión y provocación mutua, se complica cuando los sentimientos se invierten.
Kara y su madre solo se tienen la una a la otra. Crecieron en la mansión Stone, no como parte de la familia, sino sirviendo en ella. Kara sueña con un futuro mejor, pero vivir tan cerca de los lujos ajenos y tan lejos de pertenecer a ellos tiene un precio.
Desde niña, guarda en silencio un amor imposible por Mark, el primogénito de la casa. Entre humillaciones, secretos y pérdidas, su vida se divide en tres etapas: la adolescencia que la marca, la adultez que la quiebra y la madurez como madre soltera que la pone a prueba una vez más.
Tres épocas, un solo corazón... y una historia que demuestra que, a veces, amar también duele.